miércoles, 11 de mayo de 2011

Escrito el 11/03/2011


Supongo que a  veces las personas nos perdemos tanto que ni si quiera podemos pararnos para pedir ayuda, porque huimos, porque corremos sin sentido solo por el miedo a pararnos.
No lo sé, tan solo sé que tengo a mi lado a un hombre que podría hacer feliz a cualquier mujer, a una perra que es el sol encarnado en pelo y unos padres que pese a todos sus muchos defectos siempre me han apoyado.

Y aun así no consigo ser feliz, podría ser por el dolor continuado pero esa es una opción que no me permito explorar por el miedo a que sea la principal causa, porque si lo fuera, no tendría solución o quizás porque me he vuelto tan cobarde con el tiempo que no consigo salir de la posición en la que esta me ha dejado.

El dolor, es algo tan complicado que a veces ya ni te das cuenta de donde te duele y solo lo atisbas cuando te ves rabiosa ladrándole al mundo.

Yo tenía muchos sueños, iba a salvar el mundo de sí mismo, iba a marcar una diferencia porque tenía valores, porque creía en lo que decía y porque ante todo mi energía me permitía hacer mil cosas a la vez y llegar a tiempo a todas. Pero ahora, me siento enjaulada en mi propio cuerpo, sin energía algunos días ni para levantarme, añoro todo lo que tiene relación con los años en los que no estuve enferma y creo que mi vida puede que se parar un día y nunca más vaya a volver a ser mi vida, sino una sombra de lo que podría de lo que tendría de lo que desearía que fuera. 

Me siento tan saturada sin ni si quiera comenzar que a veces me ahogo con mi propio llanto.
Necesito algún modo de salir de todo esto porque si no, no sé donde me va a llevar.

Si existe dios, realmente se ha portado bien dándome a las personas que tengo alrededor, pero ojala me hubiera dado también alguna manera de entender como funciono, que está roto en mi para poder arreglarlo. Estoy rota, al final tan solo quedara eso de mí.

Llorar me ha sentado bien, me siento mal por llorar, no me creo con derecho a hacerlo pero, me ha relajado bastante, lo suficiente como para tomarme un calmante y esperar a que llegue X, solo quiero que me abrace y que me diga que todo va a ir bien, aunque sabe tan bien como yo que me estoy cayendo a pedazos. 

Si alguien puede volver a montarme a piezas es el.

Admiro a mi madre, pero incluso más le admiro a él. Su tesón, su generosidad, el tamaño de su corazón es mayor que el de mi dolor siempre, por eso a su lado creo que me duele menos…aunque quizás me deje llevar más por el dolor porque cuando el esta me dejo caer para que me pueda coger, no sé si por todo el tiempo que aguanto de pie sin él o porque así me siento cuidada.

Es mi héroe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario